domingo, 30 de octubre de 2011

El laberinto de "Huesitos"


Anteayer, 28 de octubre, nos reunimos los componentes del club de lectura de 5º y 6º. Fue una reunión especial porque repartimos los libros y, para acompañar, comimos Huesitos.

Hablamos sobre el autor —Rick Riordan— y sobre el libro—The 39 Clues: El laberinto de huesos—, sobre los otros libros del autor —como los de Percy Jackson—, nos comimos nuestros Huesitos y quedamos en que, la semana que viene, entraremos en la página web de la saga para descubrir qué se hace en ella (según el libro, podemos seguir la búsqueda de pistas en la web). También, después de tratar el tema y descubrir que lo hacen también en otros clubs de lectura del colegio, nos dedicamos a oler el libro. Echamos de menos a Martina en la reunión, que tuvo que ir al médico ;)

Los lectores del club de lectura de 5º y 6º de Primaria

Para el viernes que viene tenemos que leernos los tres primero capítulos, que espero que se les hagan cortos y quieran leer más. Como dicen en el Diario El Tiramilla, es una novela perfecta para el salto de la literatura infantil a la literatura juvenil. Estoy convencida de que los niños disfrutaran con este libro y querrán leer los tomos siguientes pronto. ¿Quién sabe? A lo mejor descubrimos a algún fan incondicional de Rick Riordan...

martes, 25 de octubre de 2011

Sonrisas, libros y niños




Después de meses sin actualizar, hoy voy a dedicar la entrada a mis niños del club de lectura, los que siguen y los que no, y a los dos viernes en los que ya nos hemos reunido los 17 que quedamos en la biblioteca de la planta baja del Colegio Helios.


En dos semanas he podido ver cómo les ha ido el verano, cómo han crecido, hemos hablado de los libros que hemos leído, hemos hecho algún pequeño juego, hemos cotilleado de cosas que no tienen que ver con los libros (en un club mayoritariamente de niñas de 10 y 11 años, ¡es inevitable!) y hemos vuelto a fortalecer el pequeño (o no tan pequeño) grupo que somos. Todavía me asombro al ver las sonrisas de los 16 semana tras semana, "perdiendo" horas de patio para juntarnos. Impresionante.

Este curso vamos a empezar leyendo a Rick Riordan. El autor de 47 años ya ha triunfado en nuestros clubs de lectura con la saga de Percy Jackson, en especial entre aquellos que ya pertenecemos al Club de Lectura de Ex Alumnos. En esta saga Riordan mezcla la mitología griega con las aventuras en un contexto actual. Altamente recomendable, y si alguien lo utiliza para algún club de lectura, también tiene una película (aunque según las críticas que he escuchado, casi mejor que no la hubieran hecho).

Nosotros no leeremos las aventuras de Percy, Annabeth y Grover, sino que vamos a empezar la nueva colección que Riordan comparte con otros autores: The 39 Clues. No, no vamos a leer en inglés, simplemente el título de la colección es este. Cada libro está escrito por un autor distinto, siendo el autor de El laberinto de huesos Rick Riordan. En estos libros vamos descubriendo las aventuras y contratiempos de Dan y Amy Cahill tras las pistas que heredan de su abuela Grace. Además, mientras leamos los libros podemos interactuar y participar en la búsqueda de las pistas en la página web de la serie.

Así pues, nos encontramos con un libro de aventuras e interactivo que espero que dé mucho juego. Yo ya me lo he leído, y al terminarlo, el primer pensamiento coherente fue: "¡Quiero más!". Espero que cause esta misma sensación en los chicos y chicas de mi club y que disfrutemos leyéndolo juntos. Conforme avancemos con la trama, iré haciendo la crítica de la historia, añadiendo algunos de los comentarios de los niños.


Este viernes volveremos a vernos, presentaré el autor y el libro y pasaré otros 45 minutos fantásticos con ellos, admirándoles por quitarse ese tiempo del patio para pasar tiempo juntos. ¿Quién mejor que mis niños para hacerme sonreír? =)

 Hoy os dejo una canción que me enseñó el otro día un amigo. Disfrutadla, y prometo volver pronto.


Where do we go, sweet child o' mine?

miércoles, 13 de julio de 2011

Lluvia


La lluvia repiquetea sobre el cristal. El sol, oculto tras las nubes, da un tono ocre a la imagen que se ve tras mi ventana. La lluvia cae sobre los árboles y va limpiando el aire cargado y sucio, dejando un olor fresco, limpio, natural, húmedo, agradable. Ese olor me llena, me recorre y me trae recuerdos. Tantas horas delante de la ventana, tantas horas sentada sobre esa mesa, observando la ciudad a mis pies. Tantas personas corriendo, y yo sentada, mirando al infinito, la lluvia cayendo, llenando el cristal de gotas que van formando dibujos, formas sinsentido que deforman la realidad que hay detrás del cristal. Y el olor. Ese olor relajante, ese olor que indica que la tierra se limpia, que nuestro mundo tiene su propio método de depuración. Esas nubes grises, con tantos tonos, imposibles de contar y representar, ese aire fresco y húmedo que entra por el resquicio abierto de la ventana, todo forma parte de ese fenómeno tan perfecto, tan especial y que llena mi mente, haciendo que cada vez que llueva sea un momento especial. Y así es. Y otro recuerdo llega a mi cabeza. Es otra casa, es otro lugar, un lugar en el que he estado mucho menos tiempo, pero tan especial como el anterior, si no más. Un lugar de mi infancia. Un apartamento. La playa. Las lluvias del verano en aquellas casas. La sensación de escuchar y ver la lluvia en el balcón. Las nubes sobre el mar. Y el olor. Siempre el olor. Y la sensación. Sensación de felicidad, de inocencia, de calma. La lluvia delante mío, cayendo sobre el mar, sobre el suelo, sobre la tierra, sobre las plantas. Todas las imagenes se juntan, todas las sensaciones, se unen en una sola, mezclando los distintos momentos que recuerdo, juntando las distintas etapas de mi vida. Y todo por ese olor. Todos los recuerdos, esas estampas, esas imagenes que tantas veces he visto, que han quedado marcadas en mi mente. Y la lluvia. La linda y suave lluvia llenándolo todo, haciendo que todo sea más puro, más limpio, más original. Y cierro los ojos. Y la suave brisa hace que mi pelo se mueva. Y el olor me llena. Y vuelvo a recordar. Y vuelvo a sonreír, como siempre, una vez más.




Llevaba esperando todo el día a que lloviera, y al final lo ha hecho. Y me ha inspirado. Estoy bastante feliz: salgo con mis amigos, trabajo, escribo, escucho música y no pienso demasiado en cualquier cosa que pueda impedir que siga de buen humor. No está mal, ¿eh?

El día 19 me dirán si entro o no en periodismo. Señores y señoras, aún queda una semana de sufrimiento. Informaré en cuanto sepa algo, aunque aquí no sé cuándo lo diré. Para información más inmediata, aquí.

No tengo mucho que decir, estoy feliz y es verano; hace demasiado calor y es de noche. Y como no hay nada interesante que contar, a parte de la habitual canción que pongo al final de cada entrada pondré otro relato breve breve que escribí otro día de lluvia, cuando todavía iba a clase.

En mi mesa de noche, todavía por empezar o apenas empezados, tengo: Emma (Jane Austen), El árbol de los Haikus, El Blues del Detective Inmortal (Andreu Martín) y, como relectura, Harry Potter and the Deathly Hallows (J.K.Rowling). Cuando empiece a leer ¡no voy a parar!





Lluvia, lágrimas del cielo, grito mudo de un mundo que está muriendo. Lluvia, tan real, tan mía, tan íntima. Reflejo de la realidad, rostro de mi corazón, tinta de mis palabras. Lluvia, limpia el aire, vacía el dolor, cae sobre la tierra y la llena de vida. Oh, lluvia, bálsamo de heridas, quejido de la tierra e inicio de una nueva vida. Lluvia, real, triste, húmeda, necesaria, amada y odiada. Oh lluvia, luz, color, frío y calidez todo a un mismo tiempo. Lluvia que caes sobre mi, que resbalas por mi rostro y limpias mi alma, lluvia que haces sentir y haces que el sol vuelva. Lluvia que creas el color, que haces que la luz brille. Lluvia. Tú que llenas mi corazón, brotas por mi alma y te materializas, tú eres ese líquido que da color al mundo, tú eres ese brillo que se detecta cuando menos lo esperas. Oh, lluvia, tú eres la calma, la verdadera felicidad, el nuevo comenzar y el motivo de cualquier vida. Sal, surge de nuevo, limpia este corazón herido, sana a esta tierra abandonada, haz que el sol vuelva a salir, haz que la luz vuelva a brillar sin toda esa mierda que llena el aire. Vuelve a crear los colores del mundo y una sonrisa del alma. Vuelve a caer y limpia, renueva ese cielo constante de tristeza y alegría, deja que vuelva el sol y vuelve a comenzar. Busca otro lugar y después vuelve a limpiar, para hacer olvidar, para dejarme perderme en ti. Lluvia, vuelve a caer, vuelve a brillar.

jueves, 16 de junio de 2011

Breakaway



Hace mucho tiempo, hablando con alguien, nos planteamos qué es la vida.

Una de nuestras teorías, es que la vida es un camino. Varios caminos, de hecho. La vida de cada uno de nosotros es un camino lleno de obstáculos, que no deja de cambiar, ahora sube, ahora baja, ahora parece fácil y ahora difícil. Ese camino a veces es estrecho, por él apenas cabes tú, y son esos momentos de la vida en los que andas solo, no hay nadie a tu alrededor. Sí, es cierto hay caminos cercanos, incluso caminos colindantes, los caminos transcurren juntos pero no mezclados. Esos son tus amigos. Cada uno tiene su camino, pueden ir juntos, cerca o lejos. Pero hay veces que el camino se ensancha, y ves que otro camino se junta con el tuyo. Esta vez, el camino está mezclado, no son dos caminos juntos, es un único camino ancho por el que andáis dos personas. Vuestros caminos pueden volver a separarse, que no bifurcarse, porque cada uno sabrá cuál es el suyo, pero puede que sigan juntos, o que en un futuro vuelvan a unirse. O no. Todo ese camino es la búsqueda de un fin, una meta en la vida que es ser feliz, vivir y aprovechar el tiempo. Y lo curioso es que, a veces, el fin de una de esas personas, esa razón por la que vivir feliz y aprovechar el tiempo, es estar con la otra persona. Y entonces, el camino ya no se separa, es un camino distinto, los obstáculos son diferentes, porque esas dos personas, cuyo fin es estar la una con la otra, están unidas, fusionadas, igual que su camino. Pero esto ocurre muy pocas veces. El camino, en general, está formado por muchas curvas que unen y separan caminos.

La otra teoría, es que la vida es una especie de casa. Nuestra vida es un pequeño edificio. Ese edificio tiene, básicamente, cuatro tipos de columnas. El primer tipo son las columnas de la familia. Son columnas fuertes y sólidas, que pueden ser más o menos numerosas, pero entre todas hacen que la casa pueda sostenerse, al menos al principio. Más tarde empiezan a aparecer otro tipo de columnas. Las columnas de la amistad, aunque la base es la misma, son muy diferentes. Las hay más gruesas y resistentes, aquellas que aguantarán un vendaval, otras más finas, frágiles, que aunque sirven de soporte, a la mínima se derrumbarán. También están las de un groso medio, que siempre están ahí, a no ser que pase algo muy muy muy gordo y no puedan aguantar la presión. Y así, las columnas de la amistad, tienen diversos grosores, no hay dos iguales, pero juntas sirven de apoyo para ese edificio que es tu vida. Cuando ya existen estos dos tipos, las columnas se distribuyen por toda la casa, a veces hay columnas juntas, o separadas, pero se sitúan de tal forma que, si una cae, el resto podrá sostener el peso que acarreaba esa columna.
Bueno, me he dejado una columna muy especial. La columna personal. Esa columna eres tú, estás en el centro de la estancia, soportas el techo, la vida, siempre apoyada por las demás. Esta es la columna más importante, la más gruesa, la más fuerte y  resistente, la única que, en caso de derrumbarse tooooodas las otras columnas seguiría en pie. Es la fuerza personal y la capacidad de vivir. Eres tú, sin más. Pero esta columna corre el riesgo de agrietarse, teniendo que ayudarse en las demás para sostener el techo. Ese riesgo aparece junto al cuarto tipo de columna. Es una columna bella, hermosa, está decorada, tiene relieves y formas que sólo un artista es capaz de crear. Es la columna del amor. Esa columna se construye muy cerca de la columna personal. Es perfecta, hermosa, parece que ella sola aguante todo el peso de la construcción. Pero en realidad es sólo una columna fina. Sí, es muy hermosa, pero es una columna decorativa. No hay que quitarle valor, sí que sostiene peso en algunas situaciones, y en muchas ocasiones es el apoyo que necesita tu casa, tu vida, pero no hay que cegarse por su belleza. Es sólo una columna, y no es la más resistente tampoco. Si esa columna cae, la columna centrar tal vez se agriete, porque los trozos de columna rotos serán afilados y se clavarán, causando grietas. Pero, si la columna cae, nunca hay que olvidar a las otras columnas. En ese momento, es cuando más necesarias son. Se redistribuyen, a tu alrededor, en círculos concéntricos abarcando toda la casa y sosteniendo toda la presión que sostenía la columna bella y parte de la presión que sostiene la columna central, para que pueda arreglar sus grietas.
También es cierto que la columna bella, simplemente, no fuera tan bella, o que la capa de yeso que la recubría, aquella capa que la hacía tan hermosa, desaparezca, y deje ver la esencia de la columna, esa belleza tan especial que poseen las columnas de la amistad. Evidentemente, si eso ocurre, la columna pasará, durante un tiempo, a los extremos de la casa, lejos de la columna central, pero dentro de la casa, por si es necesaria, y poco a poco volverá a situarse conforme la situación lo necesite, como hacen el resto de las columnas.

Siempre me gustaron esas teorías, en especial la de las columnas.



I'll spread my wings
And I'll learn how to fly

miércoles, 18 de mayo de 2011

Minoría de edad


Última media hora y no sé qué escribir. En media hora soy mayor de edad. Sí, es una tontería, no cambia nada pero... No sé, es raro. Después de 17 años como menor, ahora en 24 horas me harán toooodos los comentarios de "ya no eres menor" "ya puedes ir a la cárcel" "ya puedes comprar alcohol" y un sinfín de posibilidades más que tienen la misma base: demostrarme que soy mayor de edad.

Se me hace raro, sobre todo, porque siempre he sido la pequeña, la enana, la canija, la naneta, la... Todos (o casi todos) aquellos con los que me he relacionado especialmente en los últimos años, han cumplido ya los 18. Unos este mismo año, otros, hace más. A algunos incluso los conocí ya mayores de edad pero a otros... A otros los conocí con 13, 14 años, no era más que una niña, inocente, tonta... Y lo sigo siendo. Sé que lo sigo siendo, que esto lo leeré... ¡El año que viene por ejemplo! Y pensaré lo estúpida que era. De hecho, no voy a releerlo porque si no lo pensaré ya, pensar que tonta puedo llegar a ser, pero me gusta, pese a seguir siendo una niña tonta, saber que he cambiado.

Así, como no sé qué decir y quiero publicar esta entrada con 17, aquí la dejo.


Gracias a todos aquellos que habéis estado estos 17 años conmigo, desde mi madre hasta Rubén, pasando por un sinfín de nombres de personas que si empezara a escribir no acabaría hasta el año que viene :) Así que gracias a todos.




¡¡Felicidades también a ti, Pablo Anchel!! Felicidades en este día que compartimos como el día en nacimos:)

lunes, 2 de mayo de 2011

Desaparecida


Sí, estoy desaparecida y es culpa de esa enfermedad que sufrimos miles de estudiantes al año llamada Segundo de Bachiller. Los síntomas son muy evidentes: cansancio, sueño descontrolado, estudio durante horas que se transforman en días, semanas y meses; apetito descontrolado, monotema al hablar con la gente (el tema es la propia enfermedad), ataques histéricos al escuchar palabras clave (selectivo, historia, filosofía, matemáticas, universidad...) y otros muchos que advertiréis en cuanto conozcáis a alguien que sufra la enfermedad [lo que yo os decía, monotema, de eso estoy hablando en la entrada esta, ¿no?].

A parte de comentar mi horrible situación actual, después de dos meses sin actualizar, hablaré de dos o tres temas más:

Altamente recomendable el libro Forastera de Diana Gabaldon. Escocia, una mujer del siglo XX viaja inexplicablemente al s. XVIII, donde transcurre la mayor parte de la historia. Decir que estoy enganchada se queda corto, y eso que estoy estudiando. Espero que mi querida Marta no me deje la 2ª y la 3ª parte antes de selectivo, ¡o me veo bajando todas mis notas a favor de los libros!

Por otra parte, el martes en la reunión de mi club de lectura, con los niños, les presentaré el libro nuevo (que de momento no desvelaré) y les llevaré un libro muy especial para que lo vean. Siendo ellos, espero que sepan apreciar su belleza... A ver si hago fotos y las cuelgo por aquí ^^

Me quedan 17 días con 17 años señores y señoras. El 19 de mayo pasaré a ser mayor de edad. Sí, no es nada, es una chorrada, todos lo dicen, pero este será el año "del cambio". Muchos no lo notarán, pero yo, al ser la pequeña del grupo, lo he visto generación tras generación. Conforme la gente iba llegando a los 18 y terminaba 2º, un cambio se apoderaba de ellos. Este cambio afecta incluso a aquellos que no van a la universidad. A partir de los 18, la gente se distancia, cambia, a aquellos a quienes veía como iguales pasa a verlos como a desconocidos... Sí, es el año del cambio. Pero yo no quiero hacer ese cambio. Yo, como Peter Pan, quiero permanecer niña para siempre (por cierto, ya que nombramos a Peter Pan, os recomiendo leeros el libro, una obra de arte). Pero aunque no quiera crecer, sé que lo haré. Igual que Wendy crece, aunque ¿quién sabe? Tal vez sea capaz de volver a ser una niña, igual que Wendy en el segundo libro de Peter Pan...

Felicidades a todos los tauro, felicidades a todos aquellos que cumplen años en este mes tan maravilloso conocido como Mayo, y felicidades en especial a aquellos que cumplen en estos periodos que he marcado (tauro-mayo) su mayoría de edad, en particular a Arturo, Aroa, Alba, Pablo y, cómo no, a la rubia que he puesto en alguna foto, a mi :)




Hoy la canción, que no la entrada, se la dedico a cierto persono especial. Aunque digas que Take That es mejor que The Beatles... Lo siento, no le llegan ni a la suela de los zapatos, pero igualmente les hago un pequeño hueco en mi blog ;)






She's never gonna be like the one before.
She'll be the Queen of Hollywood.

sábado, 19 de febrero de 2011

El tiempo

Foto de Barcelona, noviembre 2010

Podría hablar del amor, de la amistad, de los Beatles, de sonrisas, de Mägo de Oz o de otros temas que de nombrado ya alguna vez. También podría hablar de mi vida, de los exámenes que estoy haciendo, de lo que siento o pienso. Pero hoy no me apetece. Hoy, ahora, estoy en paz, relajada, supongo que también medio dormida. Y estoy feliz. Y estoy melancólica. Un buen pasado lleva a un buen presente que conducirá a un buen futuro. No ha estado mal mi pasado. No diré que quiero volver a él, pero tampoco lo negaré. Siempre se puede volver al pasado: hay palabras que te hacen volar a él. Pero los pies en el presente: no dejes que la vida se te escape por mirar hacia atrás. Y hay que avanzar hacia el futuro: desconocido, apasionante y sorprendente, lucha por alcanzarlo.

Hoy he vuelto a mi antiguo blog, mucho más infantil, menos estructurado, más deprimente, todo hay que decirlo. A partir de ese blog y de sus aproximadamente 40 entradas, he viajado hacia otros blogs, también abandonados, por muchos de mis amigos. Fotos, canciones, recuerdos, frases, vídeos, escritos... Un gran mundo se ha abierto ante mi. Y me he dado cuenta de cuánto he cambiado. Y he visto que no es malo. He visto mis diferentes etapas, felices, depresivas, felices de nuevo, muy muy muy depresivas... Y lo mejor, ha sido encontrar una entrada que aún consigue hacerme llorar, por lo que mal escrita del todo no estará, y otra entrada con la que hoy en día no me identifico, pero un fragmento de ella muestra cómo era, cómo pensaba, y aunque es triste, me ha gustado.


¿Nunca os habéis preguntado por qué?¿Por qué los sueños llegan rotos?¿La empresa que los trae no los embala bien?¿No cuidan nada para que la gente sea feliz?¿No tienen ellos sueños, o es que reparten los rotos y se quedan con los que están perfectos?La verdad, no lo se... Ojalá trabajara yo allí, repartiría los sueños buenos, los que aún se pueden cumplir, y tiraría los rotos a la basura, los quemaría, los destruiría para que nadie tuviera sueños rotos... a no ser que los rompieran ellos mismos... Supongo que la gente termina rompiendo sus sueños por avaricia, por querer pedirles más y más, y ellos, no pueden dar más de si y terminan rompiéndose... Supongo que es lo normal... Siempre que no te dan los sueños ya rotos... Que és lo más visto en todas partes...



Los sueños, querida Raquel del pasado, sí se cumplen. Hay que luchar por ellos. Y ser paciente, sin dejar de andar hacia delante. Algún día llegarás al destino, sólo tienes que seguir hacia delante.


Al final, igual que en la entrada anterior, he hablado del tiempo. No problem. El paso del tiempo es algo inevitable. Se puede hablar de ello también.






"A Dream is a wish your heart makes
when you're fast asleep"

jueves, 6 de enero de 2011

Hello goodbye!


Tic - tac, tic - tac, tic - tac, tic - tac, tic - tac. Ya ha pasado un año. Y ya ha empezado otro más. El tiempo, incansable, no deja de correr. Tic - tac, tic - tac. Lo perseguimos, lo anhelamos, deseamos controlarlo, sin darnos cuenta que no podemos perseguirlo, pues nos acompaña, no necesitamos anhelarlo, pues es nuestro, y no podemos controlarlo, pues él nos controla a nosotros. Tic - tac, tic - tac. Un año. Trescientos sesenta y cinco días. 525.600 minutos, como dice la canción. Tanto tiempo perdido y ganado, tantas cosas han pasado... Y ha sido un año. Tic - tac, tic - tac. ¿Cómo puedo resumir todo un año en pocas palabras? He estado pensando en cómo describirlo, y voy a ser lo más breve posible, voy a intentar describir un año en una palabra: SMILE! Sí, esa es la palabra de mi año. Sonrisa. Sonríe. Smile. Que esa palabra llene vuestro año. Amor, felicidad, amistad, salud, sonrisas. Son palabras que deberían entrar en nuestro vocabulario diario, en nuestros actos y nuestras mentes. Recordad sonreir, al menos, una vez al día. Al menos, 15 segundos. Al menos, aunque no queráis hacerlo. Despidamos al 2010 con una gran sonrisa, saludemos al 2011 con una más grande aún.

Feliz año a todos. Feliz Navidad. Felices Reyes. Feliz vida.




¿Y tú? ¿Cómo mides tú un año?
¿En lágrimas? ¿En sonrisas? ¿En amor?